viernes, 24 de agosto de 2012

Twentytú, un ecohotel de tecnología punta en Barcelona


En medio del distrito barcelonés 22@, clúster tecnológico y epicentro de start-ups y de empresas innovadoras, emerge un edificio muy moderno de cuatro plantas denominado Twentytú. Se trata de un ecohostel high-tech, el primero de la ciudad que ha recibido la certificación europea A de eficiencia energética, y que abrió sus puertas a principios del mes de julio con el objetivo de convertirse en un referente de los hostels de última generación y en una insignia de la transformación de este distrito. Según Ignacio Uñó, representante de Innovat Hotels, empresa promotora del proyecto, “queríamos identificar el hostel con el 22@, aprovechando también el hecho de que se ubica en la confluencia de las calles Pamplona 114 y Tànger 22, pero personalizándolo con un icono nuestro característico, el tú".


Se trata de un nuevo concepto de alojamiento urbano concebido como low cost –hay tarifas desde 20 euros por noche con desayuno incluido– que extiende la idea de Smart City –que supone la aplicación de las TIC para abastecer la ciudad de infraestructuras que garanticen el desarrollo sostenible, el aumento de la calidad de vida de los ciudadanos y una mayor eficiencia de sus recursos– en el sector de la hostelería.

  

El proyecto se ha gestado en base a tres ejes prioritarios: sostenibilidad, innovación y diseño. “Hemos apostado por esta dirección porque pensamos que hay mercado pero también porque la optimización de los recursos energéticos se traduce en una mayor confortabilidad de los clientes, lo que nos da un gran valor añadido”, asegura Uñó.

Una de las soluciones más innovadoras que incorpora el edificio hotelero es la instalación Districlima, que sirve para calentar o enfriar el circuito primario a través de un conducto de agua a 85º de temperatura y de un otro a 9º. A esto hay que añadir otros sistemas de eficiencia energética, como ventanas de vidrio con un alto porcentaje de absorción de la luz solar, domotización de toda la instalación –de iluminación y de clima–, recuperación y reciclaje de aguas grises, sistemas con temporización y ahorro de agua y recogida neumática de residuos.

Todo el sistema de instalaciones está monitorizado en pantallas. Además, se han incorporado unos mecanismos smart Watt que permiten la lectura de consumos y potencias de todas las líneas eléctricas en cualquier momento del día. También, la iluminación del edificio está dotada de tecnología led y las habitaciones disponen de un regulador de luz adaptado a los niveles de iluminación natural del día. A esto hay que añadir un quiosco de auto check que hay en la recepción y que permite la obtención de las tarjetas para acceder a las habitaciones a cualquier hora.

Pero el sentido común no se ha aplicado sólo a la incorporación de todas estas tecnologías innovadoras sino también a la distribución de los espacios, con el objetivo, según Ignacio Uñó, “de propiciar las relaciones sociales entre los clientes, independientemente de que sean personas que viajan solas, ejecutivos, grupos de amigos o familias “. En su opinión, “se trata de huir de la idea de hostels temáticos de los países del norte de Europa para ofrecer un tipo de alojamiento donde cualquier persona se encuentre cómoda”.

El edificio ofrece 264 camas distribuidas en 62 habitaciones, una cocina comunitaria donde se llevarán a cabo diversas actividades para promocionar la cocina autóctona, un solárium chill-out con vistas privilegiadas de la ciudad, y un espacio polivalente con ordenadores, biblioteca y sala de proyección para presentaciones profesionales.

Fuente: La Vanguardia / http://www.twentytu.com/

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